El Parque de Santos Suárez, un icónico espacio habanero desde la segunda década del siglo XX, está experimentando una alarmante transformación. Lo que por las mañanas es un refugio para los adultos mayores, se convierte cada tarde en un escenario de violencia y drogadicción juvenil.
El lugar de recreo es un punto de encuentro para jóvenes que consumen alcohol y drogas, una situación que ha desatado incidentes violentos y genera gran inquietud entre los residentes cercanos.
Los testimonios recogidos por Martí Noticias revelan que la violencia en el parque ha ido en escalada en los últimos días.
El pasado fin de semana, Yanaisy Curbelo relató a Martí Noticias un incidente que la involucró a ella y a su hijo Jesús, de 16 años. Ambos fueron llevados por la guardia operativa a la unidad policial de Aguilera, donde a Jesús se le advirtió que no podía salir de casa, ni siquiera estar en la esquina, debido a un reciente suceso en el parque.
"Días atrás en el parque Santos Suárez un muchachito como de 15 o 16 años amenaza a otro de 14. Y otro muchacho le da dos puñaladas a otro y lo mata y lo deja tirado", narró Curbelo, madre de Brandon David Becerra Curbelo, uno de los menores condenados por las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio de 2021.
La señora dijo que su otro hijo, llamado Jesús, no consume drogas ni ha estado involucrado en ningún incidente, pero que en lo adelante, por órdenes de la policía, estará confinado en su propia vivienda.
Según explicó Curbelo, una oficial de la policía les dijo que los niños a partir de ahora, después de las 8 de la noche, no pueden salir a la calle y no pueden estar parados en la esquina "porque los niños se están dopando".
A lo que ella respondió: "Bueno, los niños se están dopando, porque ustedes son los que permiten que los niños se dopen, porque se les fue de las manos".
Dunia Medina, activista y residente de Santos Suárez, confirmó a Martí Noticias que la cercanía de varias mipymes facilita a los jóvenes la compra de alcohol, que luego mezclan con drogas.
Lourdes, quien vive justo frente al parque de Santos Suárez, describió cómo el ambiente del lugar se transforma drásticamente al caer la tarde.
"Mira, ahora usted viene y está el parque bello, porque están haciendo ejercicios. Vaya el parque por la mañana, y es un oasis de maravillas, ya cuando cae la noche, por ahí ya se pone compleja", dijo.
"Es que están consumiendo drogas los adolescentes, muchos, muchos son de por aquí, otros no son de por aquí. Los cogen ya desmayados. Antier hace tres días hubo un ataque muy fuerte aquí, se atacaron a machete. Ya cuando más o menos todo el mundo se retira, lo que queda en el parque es una lacra", concluyó Lourdes.
Las autoridades cubanas tardaron en reconocer la gravedad del tráfico y consumo de drogas entre los menores en la isla.
Expertos señalan que las edades de los consumidores promedian entre los 13 y 17 años y que la droga que consumen se elabora con ingredientes de bajo costo, muy tóxicos como el formol y los anestésicos para animales de gran tamaño. También cannabis sintético y otros elementos.
Foro